miércoles, 12 de noviembre de 2008

Protestantismo
El protestantismo, que hoy reúne a unos 200 millones de creyentes, comenzó como un movimiento de agrupaciones cristianas que preconizaban la autoridad suprema de la Biblia libremente interpretada por los individuos en momentos en que la Iglesia de Roma exigía acatar la interpretación de su jerarquía (1524). Estos grupos Evangélicos, como se hacían llamar, terminaron por separarse y formar la Iglesia Protestante de Lutero. Un siglo más tarde los luteranos se dividieron cuando apareció un segundo líder protestante: Calvino. Une a Lutero y Calvino, y separa a ambos del catolicismo, la doctrina respecto a a voluntad del hombre en relación con Dios. Los católicos consideran que la voluntad se determina por sí misma en sus operaciones, o sea, que no existe la predestinación. Para Lutero la voluntad humana está atada a Dios o a Satán, nunca libre. Calvino concede al hombre únicamente libertad de coacción, o sea, que Dios no mueve con violencia a la voluntad a obrar, pero sí la determina previamente, de manera que no se puede resistir a hacer el bien o el mal. Por lo tanto, aceptan dos tipos de predestinación. Los protestantes no tienen un credo específico ni organización determinada.

Luteranos
Separados en Luteranos, Pietistas e Iglesias Libres. El cisma que dio origen al Pietismo se produjo en Holanda a raíz de la insistencia de Lutero en menospreciar todas las formas de piedad y rechazar las buenas obras como camino de salvación. Los pietistas reaccionaron contra esa extrema rigidez, dando importancia a las prácticas religiosas y a las manifestaciones de piedad personal. La tercera división, llamada de las Iglesias Libres, nació en 1845. No aceptan la administración laica que une a Evangélicos y Luteranos: aceptan solamente una jerarquía eclesiástica sin más atribuciones que las del culto.

Calvinista
Una genera después de Lutero apareció en Suiza la filosofía de Calvino, con su libro "Institución de la Religión Cristiana". Calvino quiso que Ginebra se transformara en Ciudad de Dios, para lo cual impuso pureza, fe religiosa y rigidez sin límites. Cualquiera decisión debía consultársele y los pecados mortales eran juzgados públicamente. Los calvinistas se atienen rígidamente a la doctrina de la predestinación afirmanda la "incapacidad moral" del especie humana, incapaz de realizar buenas acciones por instinto natural. Solamente los elegidos por la "gracia irresistible" de Dios serán salvados, independientemente de su voluntad y vocación para el mal.

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